Aprender a como limpiar los prismáticos (binoculares) es importante si quiere mantenerlos en buena forma. Ya sea que haya comprado un par en una oferta o haya derrochado cantidades astronómicas en algunos de los mejores binoculares, ha hecho una inversión que vale la pena proteger. Eso comienza por mantenerlos limpios, y especialmente la superficie de sus lentes.
El primer paso puede parecer obvio: trate de no ensuciarlos en primer lugar. Las tapas de las lentes pueden ser complicadas, pero protegerán su óptica durante el transporte y la manipulación. No sabemos por qué los fabricantes casi siempre tiñen de negro las tapas de sus lentes, ya que esto las hace especialmente fáciles de perder en la oscuridad.
Manchas
Al manipular binoculares, evite tocar las lentes con los dedos. Esto inevitablemente dejará una mancha aceitosa que estropeará su vista de los cielos. Puede tener la tentación de simplemente pulir esto, pero tenga cuidado. No utilice nunca ningún tipo de papel, ni siquiera pañuelos de papel, sobre superficies ópticas. El papel es sorprendentemente abrasivo y podría dañar los revestimientos de las lentes.
Las lentes binoculares y telescópicas están recubiertas con capas de productos químicos para aumentar su transmisión de luz, reducir los reflejos y eliminar las aberraciones que crean franjas de colores alrededor de los objetos brillantes. Los recubrimientos modernos son bastante resistentes, pero aún son vulnerables a los daños. Recuerde, son lo único entre el mundo exterior y el costoso vidrio de precisión del interior. Dañe el revestimiento y habrá dañado la lente y, por lo tanto, los prismáticos.
Utilice un paño limpio, suave y seco, idealmente un paño de microfibra que no deje ningún rastro de pelusa. Si ve algo de polvo o arenilla, quítelo primero (ver más abajo) y luego pase el paño con cuidado sobre la lente. Recomendamos usar un movimiento circular en lugar de hacia arriba y hacia abajo, ya que es menos probable que las pequeñas impresiones que se dejen afecten el rendimiento de la lente.
Los líquidos de limpieza de lentes o las toallitas impregnadas pueden ser útiles y deben evaporarse sin dejar residuos. Si no está seguro, intente usarlo en una ventana o vaso para ver qué tan efectivo es, antes de aplicarlo a sus preciosos binoculares. ¡Nunca, nunca use productos domésticos de limpieza de ventanas!
Suciedad, arena y polvo
Estos son sus peores enemigos al cuidar binoculares y telescopios de buena calidad, ya que pueden rayar fácilmente superficies ópticas delicadas, y esto es más probable que suceda cuando se realiza la limpieza.
El truco consiste en deshacerse del polvo y la arena sin presionarlos contra la lente, lo que podría causar rayones. La mejor manera es por succión, pero a menos que tenga una aspiradora a mano, esto probablemente no sea práctico.
Un enfoque más útil es utilizar un cepillo de goma, que consiste en un pequeño globo de goma con un cepillo suave adjunto. Estos son económicos y están disponibles en tiendas de cámaras y en línea.
Sosteniendo los binoculares en alto, para que el material ofensivo pueda caerse, dé algunas bocanadas desde una distancia cercana.
Siga con un par de barridos circulares con el cepillo (soplando al mismo tiempo si es necesario) y es casi seguro que habrá movido el polvo seco o la suciedad.
Si no puede conseguir un globo, lo mejor es un cepillo de cerdas suaves. Se puede usar un pincel limpio o un pincel de maquillaje, cuanto más suave mejor, pero asegúrese de que esté absolutamente limpio (preferiblemente sin usar) o podría empeorar el problema.
Humedad y condensación
¿Tiene una bolsita de absorbente de humedad, probablemente gel de sílice, en su estuche binocular? Manténgalo ahí, está haciendo un trabajo valioso. Mientras ha estado observando los cielos, sus binos se habrán enfriado. Cuando los devuelve a la casa, se puede formar condensación en las superficies frías, incluidas las lentes. Esta humedad prácticamente pegará cualquier mota de polvo que pase a sus binoculares y también puede estimular el crecimiento de hongos.
Por eso es una buena idea secar los prismáticos antes de guardarlos. Primero déjelos alcanzar la temperatura ambiente, luego límpielos con un paño suave y seco teniendo especial cuidado con las superficies ópticas. Guárdelos en su estuche con el absorbente. Consejo: el gel de sílice solo puede absorber una cierta cantidad de humedad, pero se puede recargar secándolo en un horno bajo durante una o dos horas.
Seguir estos sencillos pasos preservará la vida útil y mantendrá el rendimiento de su valiosa inversión óptica.
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